laos -first week-

Estando ya en casa mientras pienso que el viaje debía haber sido más largo comienzo el diaro de viaje. Lo allí vivido fue mucho, variado y de alto voltaje. Para no abusar de vuestra paciencia  y tampoco traicionar la crónica he decidido hacer tres entregas. Dividiré el viaje en tres post. Se trata de un cuaderno de bitácora que resume el recorrido y da algunas infos útiles.

¡Nos vemos pronto en alguna estación de autobuses!

 -el previo-

1 febrero, 2012

Faltan aún dos o tres días para que volemos a Bangkok pero ya tenemos mariposillas en el estómago…¿o es el café que estaba fuerte? Curiosamente se acerca, según los media, «una terrorífica ola de frío polar»...¡vamos, la ola de todos los años! Estoy pensando que habrá que pasar un poco de fresquete el sábado por la mañana porque lo más que me llevaré de abrigo es un forro polar finito. En Bangkok hoy – por el 1 de Febrero- hacen 25-35 grados.

Tengo una ruta básica trazada, más o menos un remix de superhits  recopilados de la red de redes -foros de viajes, páginas web y guías-

Aterrizaremos en Bangkok por el 5 de Febrero, de allí al día siguiente cogeremos otro vuelo low cost – con Air Asia- para dirigirnos al Norte de Tailandia, a Chang Rai.  A unas 2 horas está la frontera con Laos y el plan es atravesar todo el país de Norte a Sur. En un principio nos rondaba la idea de ir a Camboya y ver los templos de Angkor – dicen que son una maravilla- pero lo veo muy dificil.

Mapa de Laos

Hoy Carmen ha conseguido tres cajas de Malarone gratis -tratamiento malaria-. Se los ha recetado su médico de cabecera dándole, eso sí, un poco la vara.  Los llevamos por si acaso pasa algo, no como tratamiento preventivo. Tenemos también el dinero en efectivo, algunos dólares para pagar visados y hemos dejado listo el botiquín. Mañana me toca hacerme unas fotos de carnet y poco más. Estoy haciendo deporte a saco estas semanas para llegar fuerte y que no me machaquen los trekking y otras cosas que quiero hacer, jeje. ¡Soy un flipao, ya lo se! Para colmo me han pagao de mi empresa una pasta que me debían que me va a venir…!jaaaaarl!

 3 de febrero, 2012

Bueno, mañana salimos. Estoy algo nervioso, la verdad. Ya he preparado la mochila. Me sobra espacio, lo prefiero así para luego traer recuerdos y cachibaches -es lo mejor del viaje, los trastos que traes, ja, ja-

Me da la sensación que se me olvida algo. Cualquier descuido se puede comprar allí menos el pasaporte, billetes de avión, el teléfono, el desodorante Mum y…poco más.

 -la crónica-

4 febrero 2012

Todos conocemos a alguien del que piensas «¡qué suerte tiene el jodío!» A mí no me pican mucho los mosquitos y eso en Laos es tener mucha suerte.

Volamos a Bangkok. Para casi cualquier destino del Sudeste Asiático saldrá más barato de esta forma y luego ir en bus o vuelo low cost interno a tu lugar de partida. Al salir del aeropuerto flipas con «la ostia» que te pega el calor y la humedad. Enseguida me acordé del comienzo de Apocapypse Now, con Charlie Sheen tumbado en la cama de un motel de Saigón, borracho y sudando como un pollo. El ventilador en el techo al ralentí. Peliculón.

También notas que estás a  tomar por culo de casa y eso mola. En Senegal o Marruecos, mis últimos viajes, se está, geográficamente hablando, cerquita. Aquí, algo te dice que no es tu terreno y tengas ojito. Si te pica algo te escocerá más, si te despistas con la comida cagarás más y más líquido. Un medio hostil, sin duda. Yo me encontré bastante bien a pesar haber engordado a una garrapata durante varios días pegada en mi costado, tener diarrea, quemaduras solares y alergia…todo muy leve, eso sí, ja, ja.

5 de febrero, 2012

La primera impresión de Bangkok fue algo decepcionante. Fuimos en metro lo más cerca posible al centro. Una zona de rascacielos impresionantes con algunos toques orientales te reciben. Nos dirigimos a buscar alojamiento -en taxi- a la famosísima Khao San Road, una zona compuesta por la citada calle y aledañas donde se dirigen viajeros de medio mundo, un verdadero guetto mochilero.

Khao San Road a las 8:00 de la mañana

Aquí se encuentra todo lo que un mochilero necesitará: guías de viaje, mochilas, cerveza y ropa variada . Todo es por supuesto de imitación y a precios de saldo. Además, la diversión está asegurada con decenas de bares que cierran tarde, gente dispuesta a conocerte,  puestos de comida, locales de masajes, etc. Carmen odiaba esta zona pero ir a buscar alojamiento barato a otro barrio era complicarse más y estábamos recién llegados tras 12 horas de vuelo, casi sin dormir.

El calor asfixiaba pero había que comenzar a ver la ciudad por los inevitables, y a menudo aburridos, clásicos básicos. Car me hizo de Cicerone ya que hace 2 años estuvo en Bangkok. Fuimos al Gran Palacio y a ver la zona del río Chao Praya  -verdadera vía de comunicación con barcos públicos baratos cada 5 min, como si de un metro se tratara- y a China Town.

Estupa en el Gran Palacio Real. Bangkok

Estupa del Gran Palacio Real. Bangkok

Río Chao Phraya y Wat Arum al fondo

Las primeras horas en estos sitios son de desconcierto porque hay que cambiar el chip -además de la pasta- La mayoría de gente  no habla inglés y es más dificil moverte que en cualquier ciudad occidental. Además, eres un $ con patas y en cualquier sitio turístico hay gente intentando timarte, venderte algo más caro o sacarte unos baths con lo que sea.

Después de visitar, como digo, algunas cosillas fuimos a descansar a la guest house y tras una siestecita salimos a probar las primeras cervezas Chang de 6,5 grados por la zona de Khao San Road. Sentados en una de las muchísimas terrazas, alguien me habla en castellano…»Eeee, hola tío» -escucho mientas flipo un rato al ver que era un conocido de mi pueblo-  El Juanjo «el patata». ¡Una ciudad de más 8 millones de habitantes y te encuentras a uno del pueblo!  ¡Ostia puta, mira que es dificil! Ni que fuera esto Mazarrón. Cayeron unas cerves mientras comentábamos batallitas de viajes.

Nuestro presupuesto diario lo habíamos calculado en unos 40 € al día para dos personas. Aquí entraría todo: comida, trenes, masajes, buses, tuk-tuks, alojamientos, barcos, cervezas, trekking, kayak, sobornos policiales, cazar un tigre…¡todo! Resumiendo un gasto en 3 semanas de 850 €. Si a esto sumamos los 600 € por persona del vuelo directo Madrid-Bangkok-Madrid nos sale que teníamos que pasar 3 semanas por unos 1100 € por persona aprox. Era lo planeado buscando un equilibrio y sin cortarnos con hacer nada que nos apeteciera. ¿Podríamos lograrlo?

Algunos precios de Bangkok son:

  • Cerveza Chang (650 ml.) -70 baths: 1,70 €
  • Habitación doble/baño compartido, en Bella Bella Guest House -300 baths: 7,25 €
  • Comida: sopa rica, noodles o wok- 50 baths: 1,20 €/plato.
  • Barco público río -15 baths: 0,40 €
  • Entrada Palacio Real -400 baths: 10 €
  • Tren aeropuerto-ciudad -45 baths: 1,10 €
  • Tuk-tuk  trayecto por ciudad-100 baths: 2,5 €

6 de febrero, 2012

Bueno, el viaje era por LAOS así que nos marchábamos en otro avión al Norte de Tailandia para cruzar desde allí a Laos. El vuelo ya lo teníamos comprado con Air Asia y nos costó Bangkok-Chiang Rai unos 30 €/persona.

Tras una horita de vuelo, llegamos a Chiang Rai, aún en Thai. El objetivo era dormir en Laos ese mismo día y matar al presidente por la noche…no, no, que me he liao, ja, ja. Fuimos a la estación de buses -¿dónde sino?- comimos y pusimos rumbo a Laos en bus, bueno, en realidad eran unas chapas con 4 ruedas. Llegamos a  Chiang Khong en algo más de 2 horas, ciudad donde está el puesto fronterizo, y tras diversas incidencias cruzamos el río Mekong. Ya en territorio laosiano -Huay Xai- pagamos  35 $ de visa, cruzamos un palo y…¡ya estábamos en Laos!

Esto suena muy fácil pero hay que currarse bien los transportes sobre la marcha y andarse al loro. Queríamos penetrar dirección Este en Laos hasta Vieng Phuka. Uno de los objetivos del viaje era hacer un trekking de varios días por la jungla y dormir en aldeas de las minorías Akha y Hmong y en este pueblo se podía hacer según había visto en internet. Alguien del bus grita: «Vieeeng Phukaaaa» sobre las 21:15 h. La noche era cerrada, hacía fresquete y solo nosotros nos apeamos del bus. Uppps…¡no hay luz alguna en las calles y no se ve un carajo! Echamos mano al frontal, preguntamos -bueno, más bien hicimos el gesto de manos unidas junto a la cara que simboliza mundialmente dormir- y encontramos guest house en unos 20 minutos, perfecto . «¡Mira, mira, todas las casas son de bambú y fibras vegetales!» -le digo a Car- Tuvimos suerte porque luego comprobamos que en Laos a las 21:30 es bastante tarde.

Gastos importantes:

  • Traslado al aeropuerto en Bangkok – 350 baths: 9 €
  • Guest House  -50000 kips: 5 €
  • Cena -60000 kips: 6 €
  • Visado a Laos -70 $: 55 €
  • Transportes varios en bus y/o tuk-tuk – 22 €

7 de febrero, 2012

Nos levantamos sobre las 7:00, lo cual se convertiría en una tónica en adelante. Entre acostarnos muy pronto y el ruido de gallos, motos, etc. era dificil dormir hasta más de las 6:30. El tiempo había cambiado radicalmente, una niebla espesa no nos dejaba ver a más de 40 metros y… ¡coño, si hace frío!

La vista era impactante con las casas de bambú elevadas unos metros del suelo emergiendo, como flotando entre la niebla. La única carretera asfaltada del pueblo estaba a tope a las 7,30 de la mañana, ¡joder! Buscamos alguna oficina para contratar el trekking. Encontramos una que parecía que estaba bien y el gerente nos dice que sin problema, que podemos salir en una hora, justo como queríamos. Desayunamos y mientras, para hacer tiempo fuimos al templo del pueblo.

Niño en el templo. Vieng Phuka

Vistas del pueblo desde el templo -la niebla había levantado-

 A las 10:00, la hora acordada, vamos para comenzar nuestro ansiado trekking. Al llegar nos llevábamos el chasco: el pavo, que era un jeta, dice que lo lamenta pero no hay guía en inglés hasta mañana. Nosotros, como somos un poco blandengues para estas cosas y estábamos empezando el viaje decidimos tomarlo con la calma propia del país, tampoco hay que estresarse. Para camelarnos nos ofrece bici de montaña gratis y mapa de la zona, así que me tocó el punto débil -«Qué guapo, rutita en bici por aquí» –pensaba yo-

-la ruta en bici-

A todo esto, la niebla levantó, el sol ya salía y en 2 horas parecía un día distinto. Compramos agua, plátanos, mochilita a la espalda, mapa en mano y salimos. Estaríamos ya todo el día en bici visitando aldeas de la zona. Caminos de tierra entre montañas, las primeras vistas de la jungla…¡qué flipe! Este primer contacto con los pequeños pueblos del Norte laosiano nos encantó y sobre todo el adaptarnos y cambiar de plan en 5 minutos…¡yeah! Visitamos por nuestra cuenta y antes de lo esperado tres aldeas Akha- Taluang, Phonyea y Namkapnuea

Niños akha con sus distintivos collares de plata

Entrando en una aldea akha

Anciana akha alimentando a su mascota

El día salió perfecto. Volvimos al atardecer verdaderamente exhaustos tras 7 horas de bici. Al llegar decidimos cambiar de hostel. El nuestro estaba bien pero otros viajeros nos recomendaron otro en lo alto de una colina  con vistas sobre el pueblo por el mismo precio -50000 kips: 5 €-

Puesta de sol desde la nueva guest house

8 de febrero, 2012

A la mañana siguiente estaba arriba a las 6:00. Había que desayunar y a las 8 salíamos de trekking. Cuando iba a despertar a Car…¡ostia! Sorpresa, tenía la cara hinchada como un pez globo y me comenta lo mal que había dormido. Mal asunto para comenzar un trekking de tres días en 1 hora. Desayunamos y decidimos seguir con lo planeado. Car es una todoterreno, su metro sesenta y voz dulce esconden mucha resistencia.

Car con la cara hinchada -me ha dado permiso para ponerla-

-el trekking-

Nos presentan al guía. Montamos en una furgo y tras 20 min. empezamos a caminar. Este primer día no lo olvidaremos facilmente: fue el encuentro con la jungla, árboles de 30 metros, vistas fantásticas…pero no solo por eso. Para empezar el máquina del guía hablaba un inglés tan depurado que no lo entendíamos ¡el pavo no hablaba ni papa y teníamos que estar tres días con él! A mí me daba lo mismo, «el fútbol es así». Lo mejor vino después. Llevámos tres horas bastante duras de subidas continuas entre la jungla con una humedad del recopín.

Yo en la jungla ¡estaba flipando!

El principio fue normal, después Shomsai, nuestro guía, no paraba de dudar el camino a seguir. Alucinante, ¡el colega no sabía el camino! En cada bifurcación empezaba a rezar y para colmo no podíamos hablar con él casi nada. Así, continuamos otras 2 horitas y la cosa iba a peor. A Car no le hacía ni puta gracia. Yo no se por qué estaba tranquilo. Estaba encantado con lo que estaba viendo y eso me hacia quitar importancia, supongo.

Shomsai, el máquina del guía

No nos habíamos cruzado con nada, ni nadie vivo en 6 horas y perdíamos tiempo en varias equivocaciones que tuvimos. El cansancio llegaba pero tampoco teníamos ni idea de cuanto quedaba hasta nuestro destino. Se hacía de noche para colmo. Al fín, a eso de las 17:30 llegamos a lo alto de un collado en el que se divisaban tres casas en medio de la jungla. Llevábamos unas 8 horas andando con apenas 4 pausas de 10 min. Yo me cagué varias veces en sus muertos en un castellano de Valladolid aprovechando que no me entendía. Estábamos molidos pero si buscábamos autenticidad la acabábamos de encontrar. Era una pequeña aldea Akha con tres o cuatro familias solamente. No había adultos -estaban currando- solo niños y una anciana. Intentamos conocer a los niños y disfrutar del entorno. Evidentemente no había ni electricidad, ni baño, ni cocina, ni na de na. Solo un manantial a unos 50 metros de la casa para poder lavarnos y más animales que en el Safari Park de Elche. Lo que más me  jode a mí, que no soy hombre de grandes lujos, es cagar a pulso, sin taza. ¡Nunca me acabo de acostumbrar!

Casa donde pasaríamos la noche

Nos apañamos como pudimos porque el amigo Shomsai no nos presentó y nadie nos hacía caso, solo los niños. Llevabamos regalitos, lápices, etc. y pronto se acercaron.

Esta es Sulima, dormimos en su casa

Jugando con los lápices

Kapu

La situación fue muy extraña, aunque nada tensa, porque al  llegar la madre de la casa en la que íbamos a dormir tampoco nos dijo nada, ja, ja. No es que fuera antipática, sonrió alguna vez pero entre que no se veía un pijo, el lenguaje, etc. no intercambiamos palabra. Tampoco cenamos juntos, por un lado nuestro guía nos cocinó algo en una esquina de la casa, en el suelo y, en otra esquina la familia Akha preparaba su «cena» -solo arroz blanco- A las 20:30 estábamos durmiendo y a las 5:30 ya abría yo el ojo como un indio sioux.

9 de febrero, 2012

Ya llevábamos sobando unas 9 horas y entre gallos, perros, cerdos, gatos, bueyes de agua, vacas, mosquitos y la familia cocinando a 2 metros en la lumbre algo te decía que te levantaras. El amanecer fue espectacular.

Interior de la casa al levantarnos

Ella tenía un nombre muy raro. Vivía en una casa enfrente y vino a despedirnos

¡Sorpresa! La habían dejado al cuidado de su hermano...

Nos despedimos de los niños y la abuela -la madre se había marchado a la selva a currar a eso de las 7:00 – y continuamos camino.

Yo le preguntaba a Shomsai si hoy se sabía el camino bien. Él máquina decía que «no problem». Salimos de la casa, comenzamos una senda superempinada para calentar y llegamos a otra bifurcación a 25 m de salir…ja, ja, ja. No sabía para dónde dirigirse ¡empezábamos bien!

Tras otras 5 horas de marcha más suave entre jungla más y menos densa y pasar por otras aldeas, llegamos a nuestro destino.

Otra aldea akha en el camino

 Ya os digo que íbamos a ciegas: ni sabíamos el tiempo de la jornada, ni el nombre del pueblo, ni casi nada.  Esta vez fue un pueblo mayor de al menos 1000 habitantes de las étnias Akha y Hmong. Paseamos por el pueblo, curioseamos lo que pudimos, nos bañamos en el río con detergente de lavadora -el de moda por allá, el Wipp Express te deja el pelo super suave oye- y sacamos fotos. La gente en general era bastante huraña y pasota con nosotros, solo los niños saludaban y se acercaban a ver al de barba narizón -yo-

Joven Hmong llevando agua a casa

Car camino al río de la aldea

Pueblo hmong

Niñas hmong con sus chaquetillas típicas

Como veis no había mucho tráfico por aquí

10 de febrero, 2012

El último día fue un paseo. Desayunamos y nos dió tiempo a dar una última vueltecit altes de salir. En unas tres horas caminando, esta vez por pista de tierra buena y transitable para coches, terminábamos nuestra ruta pero Shomsai trató de alargarlo intentando hacer pausas inecesarias. Como el trekking era de tres días supongo que tenía órdenes de dilatar la jornada. Yo le dije que no flipara, que nos venía bien llegar pronto y pillar el bus a primera hora de la tarde, cosa que hicimos finalmente.

El balance para mí fue muy bueno. Muy emocionante el caminar por la jungla y visitar esas comunidades, aunque claro está que ni el guía hablaba inglés, ni nos explicó nada, y la tercera jornada fue un truño. Pudimos acercarnos algo a su forma de vida, en una economía de  pura subsistencia.

Volvimos a Vieng Phuka, el lugar de partida tres días atrás, comimos y de potra el autobús a Luang Nam Tha nuestro próximo destino, debía de pasar en 15 minutos…¡vaya suerte! Así fue, a las 14:00 en punto pasa el bus -2,5 €/persona tan puntual que tenía en la mano una Beer Lao que tuve que meterme padentro.

Car esperando el bus a Luan Nam Tha

El bus

Comentando los días anteriores y mirando los pueblos y montañas del camino llegamos a Luan Nam Tha en una hora y media. Estábamos a unos km de la frontera con China. Esta ciudad es conocida por ser el centro de las actividades de aventura del país. Es donde hay más empresas de trekking, kayak, mountain bike, etc. Por eso decidí no hacer el trekking aquí, por la supuesta masificación de las rutas. A la postre, no se que opción hubiera sido mejor.

La estación de buses, como suele pasar por allá, está bastante lejos de la ciudad y hay que ir en tuk-tuk. Es un no parar en las negociaciones por conseguir buen precio, pero lo interiorizas y te sale ya solo. Aquí, al contrario que en Vieng Phuka, si que había bares, internet, decenas de guest houses, cajero automático, muchas empresas de aventura, etc.

Preguntamos en varios hostel y en el tercero encontramos alojamiento. Estaba de puta madre -precio 6 €- con internet y café gratis in the morning. «¡Qué pedazo de cama, tooooooma¡» -le digo a Car mientras hago el giro de Michael Jackson- Es curioso, lo más barato por acá es el alojamiento.

En la guest house de Luan Nam Tha

Salimos a pasear por la ciudad. El cuerpo ya pedía una Beer Lao. El cemento y el ladrillo en las casas del centro eran la  tónica. Cenamos en los puestos ambulantes del night market: ensalada de papalla, sopa de noodles y algún pinchito rebozado de los que tanto abundan. Había bastantes guiris y ambiente mochilero.

Algunos gastos de estos días fueron:

  • Alojamiento en Vieng Phuka -50000 kips: 5€
  • Alojamiento en Luan Nam Tha-60000 kips: 6 €
  • Trekking 3 días con comidas, alojamiento, etc. -140 € (Mucho más barato si te juntas con más gente, cosa que nosotros no pudimos)
  • Beer Lao (650 ml.) -10000 kips: 1 € (mínimo 4 al día)
  • Comida normal en Laos 2 personas, birras incluidas -60000 kips: 6€

 ¡Lo mejor está aún por llegar chicos! Aún no me ha picao la garrapata ni detenido la policia, estar atentos, la segunda semana fue mejor.

En la próxima entrega:

…cuando conseguimos la última semana del viaje que en un restaurante -un chamizo de bambú, para entendernos- nos metieran los litros al congelador, unas horas antes de ir a cenar, comprendimos que el viaje iba a ser demasiado corto. En ese instante…

13 comentarios

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13 Respuestas a “laos -first week-

  1. Muy buena esta primera parte Coke, me he picao, y eso que tengo examen mañana…¿o será por eso?…lo, primero: tenemos que ver ese giro maikeljackson!! jeje…las fotos de las aldeas infantiles muy bonitas, la narración en seguida te mete en situación de puta madre, tiene que ser alucinante aquello, y la chispaja esa cuidando de su hermano en el capazo, bufff, es la hostia! esperando impaciente la segunda parte,

    tu primo Andrés.

  2. marideli ortega mora

    jose come te dije anoche era muy tarde para leerlo bien,y en cuanto me he levantado ya como te dije he empezado,joder esta genial te lo digo en serio ya estoy con el mono sigue escribiendo jajaja lo haces fenomenal,esperando que empiezes a contar…… te quiero y besazos muaaaaaa.

  3. Diego

    Que envidia cabronazo, y yo aquí en Talavera muerto de asco. Las fotos muy chulas y la narración muy bien, nada tostón, te estás haciendo un experto, a ver si al final vas a terminar editando libros de viajes, el trotamundos lo dejas en mantillas…, me estoy imaginando a la peña dentro de poco, oye!!! no tendrás el viajesdecucharas de Brasil.
    La foto de la niña en el capazo flipante, me podías haber traido un capacico de esos para mi Ana, que estoy del carricoche hasta los cojones, mucho más comodo el capazo pa meterlo en el coche.
    Bueno, espero esa segunda parte y a ver si nos vemos pronto.
    Besos.

  4. Miguel

    Hey chaval!!! Cuanta envidia sana,què chulo todo lo que cuentas del viaje y còmo lo describes,està de puta madre,tus palabras me han llevado a los adentros de la selva,me veo yo allì con mis mujeres haciendo salvajes rutas kilometricas joooooor jejeje…estoy que voy,la Lali anda dos pasos y le duelen hasta las encìas. Respecto al comentario sobre la altura de la Carmen,160 cm dan mucho de sì,mira Tyrone Bogues,medìa 158 cm y jugaba en la NBA,hasta machacaba jeje!! Como dice el Andres, ansìo ver esa pirueta a lo Maikel Jackson,a ser posible en un bar y bien entrada la madrugada (la Macarena y el Asereje los tienes muy usaos,hay que renovarse). No te demores mucho en escribir la segunda entrega,nos tienes en vilo. Besos màkina

  5. Encarna

    Deseandico de saber que te pasó con el poligarrapatero!!! Deberías poner también videos,,ese giro a lo Jackson, no tiene que tener desperdicio.

  6. Marien Gabarron

    Nene menudo máquina estas hecho,que bien redactado,te deja con las ganas de seguir leyendo,tiene una pinta estupenda el viaje,ya leeremos como terminas detenido en Laos,(que coño harías o dirías,jejeje). Las foto son muy chulas,coincido con el resto con la del capazo,que fuerte¡¡¡¡¡, como nos complicamos por aquí con artilugios innecesarios para bebés,y lo fácil que parece viéndolos a ellos,con un capazo de mimbre,ni mas ni menos.
    Bueno chico,deseando de seguir descubriendo es viaje tan chulo que habéis hecho,mucho ánimo y continua así,que está muy bien el blog.Un besito y nos vemos pronto.

  7. Juan Diego

    La ostia macho, se lee en un santiamén y te kedas con las ganas!!!!! Envidia a tope.
    Al final no sé muy bien cómo quedó lo del tigre!!!!! Lo cazastéis en la segunda entrega o k??, jeje y, fué por eso (matar al presidente) lo por lo k te trincó la pasma???
    Esperando impaciente segunda entrega de la saga.

  8. Carmen

    Me ha encantado!! estoy deseando leer la segunda parte yo también, aunque ya sepa lo que pasa. Los niños de esa aldea eran increibles. La mayor, que tendría como 8 años, cuidaba de los niños, iba a por agua, daba de comer a los cerdos… y entendía todo lo que le decías, no hablaba inglés, pero con los gestos sabia lo que le querías decir. Sigue escribiendo José, que visto el éxito estoy viendo que nos hacemos de oro.

  9. Rebeca

    así que sabes cagarte en los muertos de la gente con un castellano de Valladolid… jajaja… que fenómeno eres Jose!!

  10. Angel

    Que bueno, Coke eres un maquina, nos partimos el ojo Eli y yo leyendo vuestras aventuras, sobretodo con el pasotismo de vuestro guia….por cierto no hablas mucho de comida supongo por lo que es, arroz, arroz , arroz…esperando como todos la nueva entrega un abrazo de nuestras partes pa Carmen y pa ti…Salud

  11. leiba15@hotmail.com

    joder q envidia me das…me encanta y me tienes aqui q llego tarde al curro sin poder parar de leerlo…

  12. Paloma

    Pero bueno qué crack!! Jejeje me he reído muchísimo y me muero de ganas de leer la segunda entrega…espero que esté lista pronto. Qué envidia por dios….Besos, cuñao

  13. Tío, me quedo muerto con tus aventuras, no sé cómo cojones lo haces, ¡cagar a pulso!, yo no podría, je,je…un beso en los morros!!!

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